Bibliotecas populares en emergencia: "Se trata del futuro de espacios vitales para nuestras comunidades"

“Para nosotros sería prácticamente el cierre de la biblioteca. No podríamos pagar limpieza, contratar profesores, ni comprar materiales”, advirtió Pereira. La CONABIP se encuentra actualmente en la mira del gobierno nacional y, según su propio presidente Raúl Escandar, podría ser reducida a una simple dirección como parte del plan de reconversión impulsado por Federico Sturzenegger. Esta situación generó una fuerte alarma entre bibliotecarios, voluntarios y usuarios de todo el país, que dependen de los subsidios y programas que brinda la Comisión para sostener espacios fundamentales de acceso a la lectura, la educación y la cultura.

En la Argentina existen cerca de 2.000 bibliotecas populares registradas en CONABIP, con más de 30.000 voluntarios. En Chaco, según Pereira, funcionan alrededor de 1.200 entre urbanas, rurales, escolares y comunitarias.

“Gracias a los subsidios podemos organizar cursos, pagar profesores, comprar libros o hacer reparaciones edilicias. Sin ese apoyo, muchas bibliotecas no podrían seguir funcionando”, explicó. Además, remarcó que, a pesar del avance tecnológico, muchas personas siguen recurriendo a las bibliotecas porque no tienen acceso a internet ni dispositivos en sus casas.

“Los materiales que tenemos siguen siendo muy valiosos. Mucha gente viene a estudiar o buscar libros porque en su casa no pueden”, comentó.

En estado de alerta

Las preocupaciones no son nuevas. Desde el año pasado circulaban versiones sobre la intención de desfinanciar o reestructurar la CONABIP. Esta semana, representantes de la Federación de Bibliotecas Populares, junto con ABGRA (la Asociación de Bibliotecarios Graduados) y autoridades de la CONABIP, se reunieron en Buenos Aires para debatir el impacto que tendría esta medida.

Mientras tanto, en Resistencia también se están organizando encuentros para analizar los pasos a seguir y visibilizar lo que está en juego. “Estamos en contacto constante con la Federación y hoy mismo tenemos una reunión para informarnos y organizarnos. Esto no es menor, se trata del futuro de espacios que son vitales para nuestras comunidades”, sostuvo Pereira.

¿Qué se pierde si se cierra la CONABIP?

La CONABIP no solo garantiza financiamiento y acompañamiento a las bibliotecas: representa una política cultural de inclusión que ha perdurado por más de 150 años. Inspirada en los clubes de lectura de Benjamin Franklin, su origen se remonta a la Ley N.º 419 de 1870, con el objetivo de llevar libros, educación y pensamiento crítico a todos los rincones del país.

“Hay una mirada de desregulación total, como si lo que no entienden o no consideran útil, simplemente lo cierran. Pero esto es un golpe directo a la cultura popular”, advirtió Fedra.

El posible cierre no solo afectaría la estructura administrativa, sino que pondría en jaque a miles de espacios autogestionados que, con muchísimo esfuerzo, resisten y siguen ofreciendo alternativas de formación, contención y acceso al conocimiento.

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