Intervienen el Complejo I de Resistencia tras la fuga de "La Barbi"

El Servicio Penitenciario del Chaco (SPP) atraviesa horas críticas tras la fuga de Luz Mía Di Battista, conocida como "La Barbi". Aunque la interna fue recapturada pocas horas después en la vecina provincia de Corrientes, el hecho desnudó fallas en los protocolos de seguridad que derivaron en una purga de la cúpula del Complejo Penitenciario N° 1 de Resistencia.

La decisión fue tomada por la máxima autoridad del SPP, alcaide general Erika Maidana, quien dispuso la separación del cargo del jefe de la unidad, alcaide Darío Ángel Acuña, y de su subjefe. Según explicó el subjefe del SPP provincial, alcaide general Gerardo Fabián Sotelo, se trata de una "medida preventiva" para evitar que la jerarquía de los involucrados condicione el avance de la investigación.

"Frecuentemente, en casos delicados, se realiza esta medida administrativa para mejorar la transparencia y que no se entorpezca la investigación", señaló Sotelo en diálogo con medios locales.

Intervención y Nuevas Autoridades

Para normalizar el funcionamiento del penal y garantizar el orden interno, se estableció una intervención directa. Las nuevas autoridades designadas son:

Crónica de una fuga fallida

"La Barbi" logró evadir los controles de la Alcaidía Barberán alrededor de las 04:40 del lunes 15 de diciembre. La ausencia de la interna recién fue detectada durante el recuento de rutina en el sector de celdas preventivas, cuando los guardias notaron que la celda N° 5 estaba vacía.

Tras un rápido operativo de búsqueda coordinado entre fuerzas chaqueñas y correntinas, Di Battista fue localizada en la intersección de calle Maipú y avenida Independencia, en la capital de Corrientes, cuando aparentemente intentaba llegar a la terminal de ómnibus. Tras pasar una noche en la Comisaría de la Mujer de la vecina provincia, el martes fue trasladada nuevamente al Complejo I bajo estrictas medidas de seguridad.

Celulares secuestrados y sospechas de complicidad

La investigación judicial y administrativa no se detiene en los jefes. El objetivo principal es determinar si hubo complicidad interna o negligencia grave. Por ello, se procedió a la desafectación de los dos celadores que estaban de turno al momento de la fuga. Además, se secuestraron varios teléfonos celulares del personal para ser peritados y determinar si existió comunicación previa que facilitara la salida de Di Battista.

Este escándalo penitenciario se suma a la delicada situación que atraviesan las fuerzas de seguridad provinciales tras la reciente detención de siete policías involucrados en el robo de cocaína, lo que ha puesto bajo la lupa los sistemas de control de todas las instituciones de seguridad del Chaco.