“Vi un bulto, lo relacioné con los rasguños de mi hijo y salí espantada”, declaró Acuña

Marcela Acuña habló ante el jurado por más de una hora y veinte minutos y fijó el núcleo de su defensa en lo que asegura haber visto la tarde del 2 de junio: “vi un bulto” en una de las habitaciones de la planta baja de su casa. Dijo que en ese instante lo asoció con los rasguños que esa misma mañana notó en su hijo César Sena, y que, dominada por el miedo, “salí espantada”. Durante la audiencia, César se mantuvo atento y tomó nota de cada tramo del relato.

Acuña describió que al mediodía vio a su hijo “extraño” y con marcas en el cuello. Más tarde, ya en su domicilio, bajó a la planta baja y —según su versión— se topó con una silueta cubierta:

“Yo no vi un cuerpo, vi un bulto… Lo relacioné con las heridas que le vi a la mañana.”

Dijo que subió de inmediato, salió con Emerenciano Sena y, ya en el barrio, escribió a Gustavo Obregón: “Andá y fijate qué hay en mi casa”, fue su instrucción inicial.

Más tarde, amplió: “Le pedí que me saque el problema de encima.”

Qué le pidió a Obregón y qué negó

Acuña reconoció que llamó también a Fabiana González para que se acercara al domicilio, pero negó haber ordenado un traslado o una quema: “No di ninguna orden de llevar nada al campo ni de quemar. Yo no sabía qué había pasado.”

Admite mentiras públicas para “cuidar” a César

En varios pasajes admitió contradicciones y ocultamientos “por instinto materno”: “Creo que hice lo incorrecto, me comporté como mamá” y “Mentí porque tenía miedo por César”.

Cronología que intenta sostener

• Mañana del 2/6: ve a César “raro” y rasguñado, él le dice que discutió con Cecilia.
• 16.30 aprox.: baja a la planta baja y “ve un bulto”.
• Minutos después: sale, contacta a Obregón (“andá y fijate”) y luego a González.
• Noche: afirma que no volvió a ver “eso” y que evitó saber más.

Acuña sostuvo que no planeó nada y que no sabe qué ocurrió: “No puedo hacerme cargo de algo que no sé qué fue lo que pasó”. Reiteró, además, que cambió chip y teléfono en esos días y admitió haber buscado evitar que llevaran a César a Sanidad el 8 de junio por temor a su detención.