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Libertad Digital
Gustavo Melgarejo, ex casero del campo Rossi, declaró ante el jurado popular en el juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski. Afirmó que es inocente y que lleva “dos años y cinco meses detenido por algo que no hizo”.
“Perdí mi familia, hace dos años y cinco meses que no puedo ver a mi hijo. Estoy preso por una cosa que no hice. Solo quiero que el culpable pague lo que tenga que pagar”, dijo el hombre de 38 años, que se desempeñaba como cuidador del predio perteneciente a la familia Sena.
“Esa noche estábamos en una cena con un vecino”
Durante su exposición, Melgarejo reconstruyó su jornada del 2 de junio de 2023, día en que la víctima fue vista por última vez. Según su versión, terminó su trabajo rural alrededor de las 15.30, momento en que decidió organizar una cena con su pareja —Griselda Reinoso— y un vecino identificado como el señor Ríos.
“Fuimos a su casa cerca de las cinco de la tarde. Preparamos la comida, tomamos cerveza y vino, hicimos un asado y estuvimos escuchando música hasta medianoche. Después volvimos al campo para descansar”, relató.
Dijo que al llegar a su vivienda no observó nada extraño ni fuego encendido, ya que la iluminación solo alcanzaba hasta el galpón.
“Lo único raro fue un rastro de fuego”
Melgarejo aseguró que en los días posteriores notó algo que le llamó la atención: “Una tarde vimos que había un rastro de fuego, se había quemado algo. Le dije a mi pareja: ‘Si viene Emerenciano y ve esto, me va a retar’, porque estaba prohibido quemar basura o ramas en el campo.”
Explicó que no le dio mayor importancia al hecho y continuó con sus tareas diarias hasta el allanamiento realizado días después, cuando fue detenido.
“Estaba yendo al kiosco a comprar cerveza cuando me cruzo con la policía. Me dijeron que tenían una orden de allanamiento, les abrí el portón y me quedé afuera, bajo la lluvia, tomando con ellos mientras esperábamos al fiscal. Entraron, revisaron el campo y me preguntaron si había visto algo raro. Les mostré el lugar donde había fuego, nada más”, contó.
Aseguró que al día siguiente fue liberado momentáneamente, pero volvió a ser detenido y desde entonces permanece preso “sin entender por qué”.
“Obregón y César fueron al campo a pedir una pala”
En otro tramo de su testimonio, Melgarejo dijo que Gustavo Obregón, también imputado, y César Sena se presentaron en el campo días después de aquella quemazón.
“Nosotros estábamos dando de comer a los chanchos cuando llegaron y me pidieron una pala. Les dije dónde estaba, dijeron que la necesitaban para sacar tierra para las plantas. Fueron, volvieron al rato y dejaron la pala. No los vi más después de eso.”
El casero insistió en que nunca tuvo trato directo con Emerenciano Sena ni con Marcela Acuña, y que el único con quien se comunicaba era Obregón, encargado de pagarle el salario y darle instrucciones.
“Yo era un peón. Me dedicaba a cuidar los animales. Ellos llegaban, yo saludaba y seguía trabajando. Nunca tuve relación con ellos”, dijo.
“Solo quiero justicia”
Antes de concluir su declaración, Melgarejo reiteró su inocencia: “Yo no tuve nada que ver con eso. Estuve en el lugar equivocado trabajando para mantener a mi familia. Solo quiero que se haga justicia y que pague el que realmente hizo las cosas”, afirmó.
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