¿Dónde está el piloto?

Tenemos esta última semana una situación de crisis. Una de las más grandes que yo recuerdo desde el regreso de la democracia.

“Para muchos economistas se trató de una megadevaluación, con todo lo que esto significa”, comenzó.

Recordó que había una “banda de flotación” acordada con el FMI donde el Banco Central no intervenía. Y que aunque el lunes post PASO se superó esa banda, fijada en cerca de 51 pesos, la entidad crediticia no intervino.

“Algunos dicen que fue el presidente Mauricio Macri el que no permitió hacerlo. Luego, salió enojado a culpar a los votantes. Y luego, se desdijo. Esto muestra la poca capacidad del gobierno para el manejo de crisis”, afirmó.

“La mayoría de los consultores coinciden que Macri es un niño rico que quería ser presidente y lo logró. Encontró el mejor consultor, puso granjas de trolls y llegó de forma totalmente improvisada”, describió.

Consideró que la ciudadanía le dio la espalda, lo rechazó. “Ahora no sabe qué hacer y ahora el niño rico no sabe qué hacer, está enojado. En un presidente de la Nación esto es inaudito”, concluyó.

“Él tiene que llevar tranquilidad, dar seguridad. Y en cambio el salió a pedirle al candidato opositor (Alberto Fernández) que hable con el Fondo Monetario”, se indignó.

“Hubo una gran confusión entre comunicación de campaña y la comunicación institucional que debe tener un presidente”, puntualizó.

“La gestión de crisis no funcionó, el piloto no funcionó. Alberto Fernández y Roberto Lavagna mostraron madurez e intentaron limitar el impacto. Es un panorama muy complejo. Hay que ver qué pasa hasta octubre y hasta diciembre después. Mientras, seguimos esperando la visita del FMI. Hay que dejar de confundir el candidato a presidente, caprichoso y enojado con la gente, y el presidente en ejercicio”, finalizó.

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