SECHEEP detectó más de 300 conexiones ilegales: "Es un trabajo que se viene realizando desde hace más de un año"

La empresa Secheep detectó más de 300 conexiones ilegales en un operativo desarrollado en el barrio Las Palmeras de Resistencia, un procedimiento que —según detalló el vocal Germán Perelli— forma parte de una estrategia provincial sostenida para combatir el hurto de energía eléctrica.

El operativo movilizó ocho camionetas con cuadrillas operativas, acompañadas por personal policial para garantizar la seguridad de los trabajadores. “Este es un trabajo que se viene realizando desde hace más de un año. A veces cobra más notoriedad cuando el volumen de casos es mayor, como ocurrió en Las Palmeras, pero es una tarea diaria en toda la provincia”, explicó Perelli.

“Detectar una conexión ilegal es positivo para todos”

El funcionario aclaró que el control no busca estigmatizar barrios, sino regularizar el servicio y proteger el sistema eléctrico. “Detectar una conexión irregular es positivo, primero para la empresa, pero también para los usuarios que sí pagan su consumo. Un enganchado perjudica a todos: recarga el sistema y genera pérdidas económicas que impactan en el servicio”, sostuvo.

Perelli señaló que los operativos también se realizan en localidades del interior como Presidencia Roque Sáenz Peña y Juan José Castelli, y que Secheep busca convertir a los usuarios irregulares en clientes formales. “Cuando llegamos a un barrio, un 30% o 35% se regulariza de inmediato. Luego, con sucesivos controles, logramos que prácticamente el 100% se incorpore como usuario. Es un proceso que requiere tiempo y constancia”, afirmó.

Reordenar lo que se abandonó

El vocal recordó que al asumir la actual gestión, en diciembre de 2023, la División Fraude estaba desmantelada: “No había vehículos, personal ni estructura. Tuvimos que reconstruir todo, capacitar gente y equipar el área para poder salir a la calle. Hoy se trabaja todos los días, pero todavía falta mucho”.

Asimismo, advirtió que la situación heredada dejó consecuencias profundas. “Durante muchos años se permitió que estas prácticas se naturalicen. Cambiar esa cultura no es sencillo, pero tenemos la decisión firme de hacerlo. La energía tiene un costo y debemos entender que hay que pagarla”, señaló.

Desafíos técnicos y estructurales

Además del problema de las conexiones ilegales, Perelli mencionó que hay barrios donde la infraestructura eléctrica no permite brindar el servicio de manera segura, lo que complica la regularización. “En muchos asentamientos se conectaron a líneas que no están preparadas para esa demanda. Para resolverlo necesitamos obras costosas en media y baja tensión, algo que estamos gestionando para poder garantizar el servicio”, explicó.

El funcionario reiteró que los operativos de fiscalización continuarán en distintos puntos de la provincia en las próximas semanas y recordó que las conexiones ilegales constituyen un delito. “No es una persecución, es una acción para ordenar, cuidar la red eléctrica y garantizar un servicio equitativo para todos”, concluyó.

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