Gloria Cisneros: “Ser docente rural es un trabajo que se hace con el alma”

“La escuela está en medio del monte, como muchas otras. Un ejemplo de tantos docentes que trabajamos en la adversidad: los caminos, las distancias, permanecer toda la semana en la institución lejos de nuestras familias… pero lo hacemos de todo corazón”, expresó Cisneros en diálogo con Radio Libertad.

La vida cotidiana allí se mezcla con el conocimiento ancestral de los niños. “Ellos tienen muchísimo conocimiento acerca de la zona, de los animales, de las plantas. Saben predecir el clima a partir de los sonidos de los pájaros o del viento. Crecen con un profundo respeto por la naturaleza”, señaló la docente.

Actualmente, Cisneros tiene 15 alumnos en la primaria y un grupo de pequeños de 3 a 5 años que, aunque no están en la educación formal, participan como “oyentes”. Además, dedica las tardes a clases de apoyo. “Son como mis hijos y yo su segunda mamá, porque pasamos casi todo el día juntos”, confesó.

Uno de los mayores problemas que enfrentan es el acceso al agua. “Solíamos tener huerta, pero ahora ya no, porque la perforación de la escuela está en desuso y las napas son saladas. Nos abastecemos solo con agua de lluvia, que es escasa y apenas alcanza para subsistir”, explicó.

A pesar de esas dificultades, Cisneros no pierde entusiasmo. “Ser docente rural es un trabajo maravilloso. Nos llena de orgullo poder estar con estos niños en zonas vulnerables. Quien quiera ser docente rural, que no lo dude: es una experiencia única”.

Su tarea ha sido reconocida en distintos ámbitos. Este año fue distinguida como Mujer Destacada del Chaco y nombrada Embajadora de la Paz a nivel nacional. “Estamos participando en concursos de escritura donde los chicos cuentan sus historias. Son relatos conmovedores que transmiten mucho desde este lugar hacia la provincia y el país”, destacó.