Israel, Irán y las potencias: cómo impacta una guerra que no reconoce fronteras

“Son dos países que desde hace tiempo compiten por establecerse como potencias regionales en Medio Oriente”, explicó Puricelli. Según el experto, el ataque israelí —denominado preventivo por el propio gobierno de Netanyahu— no solo busca destruir instalaciones nucleares iraníes, sino que también persigue fines políticos más amplios.

“Tiene que ver no solo con el objetivo declarado de destruir el programa de enriquecimiento de uranio que podría llevar en algunos años a Irán a tener la bomba atómica, sino también con el objetivo implícito de descarrilar las negociaciones diplomáticas entre Estados Unidos e Irán”, sostuvo.

Esas negociaciones, interrumpidas tras el ataque, iban a reanudarse en Omán, pero la situación se tornó irreversible luego del asesinato de Ali Sharkani, negociador en jefe iraní, en un ataque atribuido a Israel.

Un Estados Unidos impredecible

Puricelli advirtió sobre el papel ambivalente de Estados Unidos en el conflicto. “La posición de Estados Unidos cambia con el correr de las horas”, afirmó. “El lunes pasado, Donald Trump llamaba a evitar ataques y a dar una chance a la diplomacia. Tres días después, pedía por redes sociales la rendición incondicional de Irán”.

Ese viraje constante genera una gran incertidumbre global. “Estados Unidos solía fijar una posición que funcionaba como eje de referencia para el resto del mundo. Hoy eso cambió”, señaló. Aun así, aclaró que su peso estratégico sigue siendo determinante: “La capacidad de defensa de Israel frente a la respuesta iraní depende 100% de la provisión de imágenes satelitales y datos de inteligencia que le brinda Estados Unidos”.

Costos humanos y materiales en aumento

Según los últimos datos disponibles, el conflicto ya habría causado alrededor de 100 muertos y más de 700 heridos en Irán, mientras que en Israel las cifras serían cercanas a la mitad. “Los ataques son constantes, especialmente durante la noche, y los números siguen creciendo”, explicó.

Además de la pérdida de vidas humanas, hay daños materiales significativos en ambos países: “Israel está recibiendo daños que no había sufrido en los últimos 30 o 40 años, e Irán ha visto seriamente afectada su infraestructura”, aseguró el analista.

Impacto económico y riesgo de expansión

Una de las primeras consecuencias visibles a nivel global será el aumento del precio del petróleo. “Estamos a punto de notarlo en las estaciones de servicio de Resistencia, Córdoba o Buenos Aires”, advirtió Puricelli.

También alertó sobre la posible implicancia de China, gran importador de crudo iraní. “Si el conflicto interrumpe el tráfico en el Golfo Pérsico o en el Estrecho de Hormuz, podría atraer a China hacia el conflicto”, sostuvo.

Argentina: una posición que podría implicar riesgos

Consultado sobre el apoyo explícito del presidente Javier Milei a Israel, Puricelli fue tajante: “Esa insistencia en flamear una bandera roja puede tener consecuencias. Argentina es extremadamente vulnerable”.

Recordó que el país ya fue blanco de atentados en 1992 y 1994, y cuestionó la falta de preparación del actual sistema de inteligencia: “Las capacidades de defensa e inteligencia están en manos de Sergio Neifert, quien no tiene ninguna experiencia en el área. Somos un blanco ideal”.

Finalizó con un mensaje claro: “Lo más recomendable sería aprovechar que estamos lejos del conflicto y no llamar la atención innecesariamente”.

¿Cómo informarse de forma confiable?

Para seguir el conflicto con información rigurosa, Puricelli recomendó los portales online de La Nación y Clarín, y en el plano internacional, Haaretz (Israel), The Guardian (Reino Unido), The New York Times (EE. UU.), y en español, El País (Madrid) y La Vanguardia (Barcelona).

Mirá la entrevista completa.