Con un gol de Olise sobre el final, Bayern Múnich derrotó por 2 a 1 a Boca y complicó su clasificación

No lo pudo aguantar. Pese al esfuerzo colectivo, a los hinchas que otra vez volvieron a copar el Hard Rock Stadium de Miami y al golazo del empate parcial del uruguayo Miguel Merentiel, Boca no pudo este viernes con el poderoso Bayern Múnich, que le ganó 2 a 1 sobre el final con un gol del delantero francés Michael Olise. El inglés Harry Kane había adelantado en el primer tiempo al equipo alemán, que se clasificó a los octavos de final del Mundial de Clubes.

La noche no era fácil para el conjunto de la Ribera. El conjunto muniqués, que en la primera fecha del Grupo C había aplastado 10 a 0 al neozelandés Auckland City, es una potencia del fútbol mundial, con categoría en todas sus líneas. Esa circunstancia se notó claramente, sobre todo en el primer tiempo.

Después de un gol olímpico de Olise a los 7 minutos bien anulado a instancias del VAR, por infracción contra Agustín Marchesín, el cuadro dirigido por el belga Vincent Kompany fue más que el de Miguel Russo y a los 18 plasmó esa superioridad en el marcador, cuando Kane, después de un flojo cierre del peruano Luis Advíncula, definió cruzado y firmó el 1 a 0.

Dos buenas atajadas de Marchesín mantuvieron en el partido a Boca, que pudo haberlo empatado con un remate violento de Kevin Zenón a los 32 minutos que desvió Manuel Neuer. No hubiera sido justo por entonces.

A los 66, una contra letal, tras una pérdida de Olise, le permitió al elenco auriazul llegar el empate. Alan Velasco buscó con un pase filtrado a Merentiel, quien -en velocidad- desairó con un autopase al croata-alemán Josip Stanišić y batió a Neuer con un potente disparo por sobre su cuerpo. Golazo de "La Bestia" que encendió la ilusión.

Sin embargo, como ante el portugués Benfica (2 a 2), Boca se metió atrás, perdió la pelota, se quedó sin combustible y Bayern Múnich no se lo perdonó, incluso sin hacer un gran segundo tiempo. A los 83, Kane volvió a aparecer en el área y tocó para Olise, quien la clavó con clase al lado del palo derecho de Marchesín.

El conjunto argentino vendió cara la derrota y, pese a que ahora le queda el partido en la teoría más sencillo del Grupo C (ante Auckland City), su continuidad en el Mundial de Clubes depende, además de un triunfo propio, de un resultado ajeno.