Una joven salteña se prepara para ser astronauta y conquistar Marte

Noel de Castro, una joven argentina de 26 años, persigue el ambicioso sueño de convertirse en astronauta y llevar la bandera nacional al planeta rojo. Nacida en la ciudad de Salta en 1997, se graduó como ingeniera en biomedicina en Buenos Aires y actualmente estudia en Florida, donde forma parte de un programa de formación espacial vinculado a la NASA.

Fue una de las nueve personas seleccionadas a nivel mundial para integrar el Project Possum, una iniciativa que convoca a profesionales de distintas disciplinas para investigar la dinámica de la atmósfera superior (mesosfera) y su impacto en el clima global. Este programa se realiza en el Instituto Internacional de Ciencias Astronáuticas (IIAS), estrechamente vinculado con la NASA.

Desde pequeña, mostró interés por las ciencias y el universo. Tras finalizar su carrera en ingeniería biomédica en la Universidad Favaloro, decidió profundizar en el área aeroespacial y cursó un programa de Gestión en Ciencias Espaciales en el Instituto de Tecnología de Florida. Posteriormente, se inscribió en un curso de bioastronáutica, disciplina que analiza cómo responde el cuerpo humano ante las condiciones extremas del espacio, como la baja gravedad. Esta rama tiene aplicaciones directas en el diseño y perfeccionamiento de los trajes espaciales.

Además de sus estudios teóricos, también comenzó un curso de aviación y próximamente iniciará una maestría en Ciencias Espaciales. Actualmente, reside en la ciudad donde se encuentra el Centro Espacial Kennedy, la base de lanzamiento desde donde partió el Apolo 11 hace más de medio siglo.

En el programa en el que participa, comparte formación con personas de Australia, Japón, Estados Unidos, Italia y Brasil. Las materias se dictan en módulos de aproximadamente cinco semanas y combinan teoría con práctica intensiva. Entre las experiencias que ya vivió, participó en vuelos de gravedad cero y pruebas de hipoxia en simuladores de vuelo aeroespacial. En estos entrenamientos, los participantes son sometidos a condiciones similares a las del espacio, como la falta de gravedad o el bajo nivel de oxígeno, para evaluar sus respuestas fisiológicas y cognitivas.

La formación de Noel se orienta a uno de los campos más demandados actualmente por la NASA: la comprensión de cómo reacciona el cuerpo humano en entornos extremos. Esta línea de trabajo resulta fundamental para las futuras misiones a Marte.

Uno de los grandes pasos que se están dando en este sentido es la iniciativa CHAPEA (Crew Health and Performance Exploration Analog), que simula misiones en Marte en un hábitat terrestre creado en el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston. Ya se completó la primera misión y está prevista una segunda para 2025, en la que un grupo de voluntarios deberá enfrentarse a condiciones simuladas como escasez de recursos, fallos técnicos y demoras en las comunicaciones.

Aunque aún no hay detalles sobre la tercera etapa del proyecto, la NASA prevé una nueva misión para 2040 con el objetivo de traer material marciano a la Tierra. Si bien todavía no hay una misión tripulada a Marte en el corto plazo, se espera que en los próximos años se concrete un nuevo alunizaje, algo que no ocurre desde 1972 con la misión Apolo 17.