¿Cómo poner límites en la crianza de los hijos de forma sana?

"El límite marca la propiedad, qué es lo mío y lo tuyo y de la misma manera se emplea en los niños, se les enseña a identificar qué es lo que pueden y lo que no pueden hacer", comenzó diciendo.

"Es importante destacar que los límites son necesarios porque nos enseñan a respetar al otro y que el otro me respete a mi, lo que se puede permitir, el control de nuestra voluntad, a relacionarnos con los demás. Aprender a poner límites en la crianza nos lleva a enseñanzas a corto, mediano y largo plazo", señaló.

"Los límites son sumamente importantes para que el futuro adolescente se pueda relacionar, puede tener hábitos sanos, pueda decirle no a algo que le hace mal porque con eso les enseñamos sobre el dominio propio", remarcó.

¿Cómo poner límites en la crianza?

Betjan señaló la importancia de establecer límites en la enseñanza. Puso como ejemplo la siguiente situación: mi hija está jugando con un cuchillo y esto la puede lastimar. "Si veo que está haciendo eso y reacciono desde el susto, puedo asustarla a ella, tal vez no entienda nada de lo que pasa o puede lastimarse en el peor de los casos. Es importante responder desde la tranquilidad, desaprobar la conducta pero no al niño y explicarle por qué está mal lo que está haciendo", indicó.

Por otra parte marcó que los padres deben hacerle saber a los niños si están tristes o no se encuentran bien, así pueden aprender que estar mal también es parte de la vida.

También hay que validar las emociones de los más pequeños, entenderlos, sin justificar la mala conducta o el berrinche. 

Ante las malas conductas que se repiten, además del límite se deben establecer consecuencias, que no es lo mismo que castigo. "Si el padre le dice a su hijo que si rompe su juguete va a pasar todo el día sin ver dibujos, hay que hacerlo, pero si lo amenazan y después no lo pueden cumplir no sirve".

Y agregó: "Los padres tienen que ponerse de acuerdo, no deben desautorizarse delante de los niños y si están en desacuerdo lo deben hablar a solas".

"Tenemos que preguntarnos qué ejemplos estamos dando como adultos. Si le pido a mi hijo que no grite o no rompa algo y cuando a mi me pasa algo tiro cosas o me enojo, el niño está viendo y aprendiendo de eso", concluyó.

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