Libertad Digital
Cuando me pidieron que dijera cómo queríamos cerrar la campaña, les dije que la quería cerrar en algún lugar que simbolizara el país en el que creemos. En una escuela, en una fábrica, en alguno de esos lugares que son símbolo de lo que yo quiero para la Argentina desde el 10 de diciembre. Y además quería que estuvieran los trabajadores, si eran en una fábrica, los maestros, si eran en una escuela, pero que quería sobre todas las cosas que estuviera expresada la comunidad.
Hace tres años estuve en este lugar cuando acá no había nada. Y cuando esto, que hoy es un proyecto industrial que exporta a siete países, era el sueño de una familia y de una empresa casi familiar que apostaba al trabajo argentino y al valor agregado en la Argentina. Capital y trabajo. Empresas y trabajadores. Esa es la Argentina que tenemos que construir, para que la convivencia, el esfuerzo, el riesgo, un Estado que facilite a hacer trámites de financiamiento, a ayudar en inversiones y demás.
Yo no soy un hijo de una familia política. Soy hijo de una familia de inmigrantes. Mi viejo y mi vieja vinieron los dos de Italia de muy chiquitos escapando de la guerra. Y soy un hijo de la clase media argentina. De esa clase media que, entre los pymes y los laburantes, mueve todos los días este país.
Me crié en un barrio, como todos ustedes, o como muchos de ustedes. En un barrio en el que, para mí lo más importante, era cuando volvía del colegio a la tarde-noche, dar vueltas en bicicleta, o la vereda, o jugar a la pelota. Ni más ni menos que lo que les pasa a un montón de pibes, pero que ya no nos pasa en algunos lugares. Porque la inseguridad le ganó a la libertad de poder transitar libremente, de poder disfrutar el espacio público.
Y no me pregunten por qué, pero a los 6 años, sentado en el banco del colegio con un vecino mío, compañero mío que todavía sigo viendo, la maestra nos preguntó qué queríamos hacer. Él contestó, bombero, y yo, presidente.
Siento que este país es un país increíble. Tuve la suerte de poder recorrer muchos países representando a la Argentina en diferentes posiciones, como director de ANSES, como Intendente, como presidente de la Cámara de Diputados, como Jefe de Gabinete y como Ministro de Economía. Tuve la suerte de saber qué piensan y qué quieren los demás de nosotros.
Y de entender que ese país maravilloso que somos, es un país que tiene los alimentos, los minerales, la energía, el talento y la capacidad intelectual de nuestra gente, muchas de las cosas que otros países no tienen y que nos hacen distintos, distintos para bien.
Me enoja mucho cuando escucho a quienes quieren gobernar la Argentina decir que somos un país de mierda. Somos un país maravilloso, que lo que necesita es ponerse de acuerdo.
Tenemos que promover el trabajo y ayudar a aquellos que están en la economía popular o en el trabajo informal porque el Estado los abandonó y los tenemos que ir a abrazar. Tenemos que mejorar salarios y mejorar el poder de compra de la gente porque perdimos poder de compra sistemáticamente porque el Estado no tuvo lugar firme y presente en la puja distributiva.
Tenemos que animarnos a un sistema tributario más progresivo, más justo, que además nos permita establecer un blanqueo. Necesitamos una economía en blanco para todos y además, a medida que vamos blanqueando, ir disminuyendo el peso de los impuestos en la actividad económica, en la vida y en los precios de la gente.
Yo escucho hablar de recortar a las provincias, escucho hablar de eliminar la coparticipación y tuve la suerte también de recorrer de punta a punta la Argentina y les puedo asegurar que en el norte argentino está gran parte del futuro de nuestra patria, en Catamarca, en La Rioja, en Salta, en Tucumán, en Jujuy, por lo que representa no solamente los minerales sino el corredor bioceánico.
Tenemos en nuestra Patagonia una de las riquezas más grandes que puede tener un país. Energía, gas, petróleo, viento, corrientes marítimas que nos permiten no solamente hoy pensarnos como un país que venda gas y petróleo sino como un país que a futuro pueda vender hidrógeno, que es la energía del futuro.
Necesitamos que nuestros jóvenes se sientan parte e integrados en nuestro país. Necesitamos cambiarles el sistema educativo. Los pibes se aburren en el colegio. Tenemos que resolver el tema de alfabetización para que sepan leer. Tenemos que ponerle matemática, programación, robótica, carreras cortas en la universidad porque la Argentina lo que necesita es que los pibes salgan de estudiar y entren a trabajar en un mundo que va a seguir demandando talento y trabajo argentino.
Yo sueño con un país que venda el valor agregado argentino, que en lugar de exportar trigo, o harina, exporte fideos, porque es más empleo, que en lugar de exportar nuestra leche en polvo, pueda vender queso, productos elaborados, porque generan trabajo con buenos salarios y tenemos con qué hacerlo, somos un país que tenemos con qué hacerlo.
Este país necesita además resolver problemas que tienen que ver con nuestro atraso como sociedad. Las mujeres son las grandes protagonistas de este siglo y sin embargo hoy en el mercado del trabajo, por el mismo trabajo, cobran un 23% menos en promedio. *Vamos a imponer la idea de la igualdad en remuneración por la misma tarea.
Los centros de desarrollo infantil, las unidades de desarrollo infantil, lo que conocemos como jardines maternales, nuestros promotores comunitarios tienen que estar ahí, ahí cuidándolos y abrazándolos, porque son chicos que necesitan educación y cuidado para que la mamá pueda trabajar tranquila.
Definimos un punto y medio del PBI argentino en universidades porque queremos a nuestros hijos en la universidad pública, gratuita, de calidad, inclusiva. Y acá sí le quiero decir a cada mamá de la Argentina, el domingo lo que está en juego es eso, es si su hijo va a la universidad gratis, o ella y su marido tienen que empezar a pagar la universidad. Es si cuando toman el colectivo pagan un boleto bonificado o les sacan el subsidio y pagan una fortuna.
Están hablando de un país en el que haya libre venta de armas. La seguridad es una responsabilidad nuestra. Yo como presidente voy a hacer lo mismo que hice como intendente. A mí no me correspondía como intendente, y me hice cargo, y puse cámaras, y puse móviles, y puse botón de pánico. Y desde el 10 de diciembre como presidente en cada ciudad de más de 50.000 habitantes voy a hacer lo mismo. Porque en definitiva yo quiero que los pibes de hoy tengan la suerte que tuve yo, que podía andar en bicicleta dando vuelta a la manzana.
Quiero que esos valores los podamos construir, sentir que el esfuerzo del trabajo que el esfuerzo del riesgo empresario, que el esfuerzo que hace cada docente adentro del aula, que el esfuerzo que hace cada mamá al cuidado de su hija, tenga premio.
El domingo a la hora de votar definimos los próximos cuatro años de la Argentina; el domingo a la hora de votar decidimos por un país donde el que trabaja tenga derecho a la indemnización y vacaciones pagas o donde el que trabaja sea simplemente un esclavo que tratan como mercadería.
Decidimos si tenemos un sistema de educación que mejore y abrace a nuestros pibes, pero que sea gratuito o si vamos al país donde solamente pueden educarse los que tienen plata, el domingo decidimos si construimos un país federal con una mirada de nación con distribución de recursos con más coparticipación o si abandonamos a la buena de Dios a las provincias.
Decidimos si lo que tenemos es un proyecto de desarrollo en el que nuestros recursos del campo del petróleo, del gas, de la minería nuestros recursos del talento de cada argentino en la economía del conocimiento, nuestros recursos turísticos, nuestras bellezas naturales las hacemos valer o las rifamos y dejamos que vengan de afuera y las usen como quieran.
Decidimos si elegimos un país que defienda su proyecto de desarrollo con convicción frente al Fondo Monetario Internacional o si vamos de rodillas al almacén con el manual del almacenero a rendirnos y a hacer lo que nos impongan. El domingo decidimos si amamos nuestra bandera o no.
Lo quiero repetir porque tiene que ser la convicción con la que vayamos el domingo a la urna. *Yo quiero pedirles que el domingo cada mujer, cada hombre de trabajo, cada jubilado que crea los valores que venimos planteando vaya a la urna a buscar nuestra bandera que es la mejor forma de honrar a nuestra patria.
Y quiero decirles lo mismo que he dicho una y otra vez a lo largo de esta campaña. Si mañana muriera y tuviera que volver a nacer, y tuviera que elegir dónde nacer después de ver lo que esta gran patria le dio a mis viejos escapando de la guerra volvería a elegir a Argentina una y cien veces.
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