Podrían destruir más de 4.000 motos abandonadas en el corralón municipal

Ubicado sobre la ruta 11, el corralón municipal es el depósito donde van a parar motos y autos que son secuestrados en la vía pública. “Las causas son diversas”, dijo Dario Sardi, director de Tránsito de Resistencia, en una recorrida por el lugar junto a Libertad Digital.

Las imágenes son impactantes: más de 4.000 motos, de las cuales están al aire libre la mitad, y unos 500 autos.

Además de un gasto constante para la comuna, ya que en el lugar hay guardia las 24 horas, también representan un importante riesgo ambiental. Los remates que se organizan esporádicamente para descomprimir el lugar no dan resultados.

“Estamos trabajando en la autorización de la compactación, que creemos que es la respuesta a esta problemática. El lugar está colapsado y necesitamos descomprimirlo”, avisó.

COSTOS

“Hoy una persona para retirar una motocicleta sin mucho tiempo de estadía, tendría que pensar en unos $ 2.000. Esto por una infracción menor, como el no uso de casco. Si nos vamos a una infracción más complicada, como una alcoholemia positiva o un semáforo en rojo, el valor arranca desde los $ 12.000”, contó.

Explicó que en los últimos años se encarecieron mucho las multas. “Están sujetas al precio del combustible y es sabido que han subido exponencialmente”, resumió.

La mayoría de las motos están por falta de uso de casco y alcoholemias positivas. Los autos, en cambio, fueron retirados abandonados de la vía pública.

Para una motocicleta, por cada día que pasa, se le suma a la deuda $ 50 (un litro de nafta). Y para un auto, $ 250 (cinco litros de nafta).

IMPACTO AMBIENTAL

“Los vehículos tienen combustible o tenían. Eso se va evaporando y es un peligro para la cuestión ambiental”, reconoció.

“Creemos que debemos atender esto de forma rápida y urgente. Los remates no están funcionando porque hay muchos vehículos que no pueden volver a circular y porque el trámite burocrático es muy grande”, analizó.

Y por ello dijo que “estamos muy cerca de concretar la compactación”. “Creo que es el camino más corto, más rápido, para poder resolver el colapso del corralón”, finalizó.