Hace dos años se aprobó la ordenanza que regula la tracción a sangre pero el municipio no la reglamenta

"Hacemos un trabajo de asistencia. Cuando hay un animal accidentado, vamos y llevamos a un veterinario. Pedimos autorización a un juez si se necesita eutanasia", relató.

Dijo que ahora lo que se busca es solucionar la cuestión de fondo. "Sabemos que la tracción a sangre está relacionada a la cuestión social, pero también sabemos que trabajar arriba de un carro no es el ideal", consideró.

"Estamos atascado en esta cuestión. A nivel municipal hace dos años que está aprobada la ordenanza y no se avanza en la reglamentación para poder ponerla en práctica", concluyó.