Ante los malos resultados en las Pruebas Aprender, el Gobierno contrató otro operativo de evaluación por $295 millones

Después de que los resultados arrojados en las pruebas Aprender 2024 encendiera las alarmas sobre el mal nivel de comprensión lectora y manejo de la matemática entre los niños y adolescentes del país, el ministerio de Capital Humano contrató por $295 millones una nueva empresa para llevar a cabo otro operativo nacional de evaluación de aprendizajes en las escuelas primarias de todo el país.

La medida, que oficializó la cartera liderada por Sandra Pettovello esta última semana mediante una disposición de la subsecretaría de Gestión Administrativa de Educación, forma parte del Plan Nacional de Evaluación Educativa. La licitación pública fue adjudicada a Boldt Impresores S.A., según reportó la agencia Noticias Argentinas.

Así, se implementará el Aprender Primario y un nuevo dispositivo denominado AMPL 2025 (Assessment for Minimum Proficiency Levels), una herramienta internacional desarrollada por ACER (Australian Council for Educational Research) para medir niveles mínimos de competencia en los estudiantes.

Boldt Impresores resultó ganadora tras la evaluación técnica y econ��mica de tres ofertas presentadas, ya que fue la única empresa cuyas condiciones cumplieron con los requisitos del pliego por un costo final de $295.100.000. Las firmas Oportunidades S.A. y Lakaut S.A. fueron desestimadas por algunos incumplimientos y, además, criterios de conveniencia económica, según informaron las autoridades.

La contratación de un nuevo operativo, que se produce ante los bajos rendimientos de los chicos en el marco de un sistema educativo en crisis, contempla el diseño, impresión, distribución, recolección, escaneo y procesamiento de las evaluaciones. 

El servicio se desarrollará durante un plazo de 130 días corridos y apunta a relevar información sobre el nivel de los aprendizajes en lengua y matemática de alumnos de sexto grado.

AMPL 2025 se aplicará en paralelo a Aprender y busca complementar la información tradicional con nuevas herramientas estadísticas y logísticas. 

La secretaría de Educación afirmó que se trata de un paso hacia la "modernización de la evaluación" para obtener nueva información que permita diagnosticar los aprendizajes alcanzados por los alumnos y las condiciones en que se desarrollan los procesos educativos.

Mientras tanto, el contexto es preocupante: la última edición de Aprender mostró un retroceso significativo en el desempeño de los estudiantes en lengua, con más del 33% se encuentra por debajo del nivel esperado, y una persistente debilidad en matemática, donde cerca del 50% no alcanza niveles satisfactorios.