Misterio por el incendio de un auto y la desaparición de su chofer: estudian el lazo con el doble femicidio en Córdoba

El caso de Pablo Rodríguez Laurta, el uruguayo detenido este domingo en Entre Ríos acusado de matar a su expareja y su exsuegra en Córdoba y de llevarse a su hijo de 5 años, tomó una arista inesperada e igualmente escabrosa, al conocerse la desaparición de un chofer que habría trasladado al presunto femicida y cuyo auto fue hallado prendido fuego en la provincia mediterránea. En este marco, se investiga una eventual vinculación entre ambos episodios.

De hecho, la captura del supuesto autor de los crímenes y del secuestro del pequeño -quien fue hallado sano y salvo en un hotel de Gualeguaychú- comenzó a tejerse a partir de un Toyota Corolla blanco con techo negro que apareció incendiado el pasado 9 de octubre. El vehículo pertenecía a Martín Sebastián Palacios, un conductor de la aplicación Uber, del cual se desconoce su paradero desde el martes 7 por la noche.

Según la denuncia radicada por su familia, el hombre de 49 años perdió comunicación con ellos ese día, luego de ser contactado por Laurta para realizar un viaje desde la terminal de ómnibus de Concordia.

Según consignó el medio UNO Entre Ríos, Palacios es oriundo de Córdoba pero vive en Buenos Aires y había sido contratado para hacer un traslado entre la ciudad del noreste de la provincia mesopotámica y Santa Fe, por el cual le pagarían $1.500.000.

Sin embargo, desde entonces no volvió a contactarse con su entorno y su vehículo fue encontrado prendido fuego en la Ruta de las Altas Cumbres de Córdoba. El hallazgo conectó a la Policía de ambos distritos, lo que desató un "intercambio dinámico de información", de acuerdo a fuentes de la investigación.

Además, el rastreo de las celdas telefónicas del celular de Laurta, un dato aportado por las autoridades cordobesas, permitió ubicar al presunto femicida en el Hotel Berlín de Gualeguaychú, en donde también se encontraba su hijo. Los primeros indicios señalan que el sujeto buscaba cruzar la frontera hacia Uruguay.

Al verse rodeado por los efectivos, el hombre se descompensó y tuvo que ser trasladado a un hospital local para recibir atención médica, en donde permanece bajo custodia. Por su parte, el pequeño fue llevado a la Comisaría del Menor para su contención y cuidado, mientras que la habitación en la que se alojaban fue asegurada a la espera de una orden de requisa.

Fuente: El Canciller