Aldo Leiva en Malvinas: un regreso con memoria, emoción y compromiso político

“Después de 43 años tuve la posibilidad de volver. La verdad, fue un momento de muchísima emoción”, confesó Leiva, aún desde las islas, adonde llegó en un vuelo semanal junto a su hijo menor, Guillermo, y el periodista y también excombatiente Edgardo Esteban.

La visita no fue una mera postal nostálgica: “En lo personal, era una asignatura pendiente. Siempre soñé con poder volver, rendir homenaje a quienes dieron su vida en esa guerra cruenta, cruel, sin sentido, que vivimos allá por 1982. Fue un conflicto que dejó una herida muy profunda, no sólo en la sociedad argentina, sino en cada uno de los que participamos, siendo muy jóvenes”, recordó.

“Teníamos 19 y 20 años. Los oficiales y suboficiales más jóvenes apenas pasaban los 23. Siempre digo que fue la juventud argentina la que combatió en Malvinas”.

Una mirada desde el presente

Con 62 años, el regreso a las islas lo encontró desde otro lugar. “Hoy la emoción es distinta. Uno recorre estos espacios no sólo recordando o llorando, sino también reflexionando. Y en ese análisis, no hay otra conclusión que no sea el horror de lo vivido, con decisiones tomadas por un dictador como Galtieri, y por una persona cegada por la ambición como Margaret Thatcher, que ordenó el hundimiento del General Belgrano”.

Leiva logró localizar el mismo lugar donde combatió. “Fue una experiencia casi imposible de describir. Lloré, me quebré, fue como sacarme una mochila que llevé por muchísimos años. Guillermo, mi hijo, fue un sostén. Él registraba en video sin que yo me diera cuenta, llevado por la emoción y el dolor”.

“Él me decía que no imaginaba todo esto. Que esta vivencia le cambió la perspectiva sobre la vida. Muchas veces escuchó hablar de Malvinas, pero ahora entendió que para nosotros no es pasado. Es un presente permanente en la lucha por la soberanía”.

Un territorio ocupado

Consultado sobre la situación actual en las islas, Leiva describió: “No tuvimos dificultades. Pero es evidente que todo lo que tiene que ver con los intereses del Reino Unido se concentra en la base militar, que está a varios kilómetros del pueblo donde viven más de 3.000 personas, de unas 80 nacionalidades distintas, la mayoría de Filipinas, además de chilenos y venezolanos”.

“Es claro que los ingleses no están acá por casualidad. Controlar el Atlántico Sur y tener una mirada hacia la Antártida son sus verdaderos intereses”.

Contó también que los jóvenes locales “suelen emigrar porque acá no hay opciones para seguir estudiando. Tampoco hay atención médica especializada: sólo médicos generalistas y visitas esporádicas de especialistas”.

El reclamo vigente

A pesar del paso del tiempo, Leiva continúa impulsando en el Congreso el reclamo por la soberanía. “La lucha por nuestra soberanía no es con armas, sino en los foros internacionales. Malvinas es un litigio irresuelto con el Reino Unido”.

“Debemos levantar la bandera de una Argentina más justa, más inclusiva, con oportunidades para nuestra juventud, que es el presente y el futuro de nuestra patria”.

Finalmente, dejó un mensaje contundente: “Malvinas está mucho más cerca del continente de lo que imaginamos. Y sin duda, está en el corazón del pueblo argentino”.

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