Cómo hacer chucrut casero: beneficios y virtudes de un fermento ancestral

Esta receta en particular, según las palabras de Miriam Iconicoff, se puede consumir fría o caliente y es termogénica, por lo que en invierno genera calor corporal. Asimismo en verano, combinada con otros ingredientes, refresca.

""Está bueno comenzar a pensar el para qué comemos y por qué""

"Cuando uno habla de chucrut se refiere a un fermentado milenario y es bueno diferenciar el que se compra que no cuenta con ninguna bacteria, por lo que no cumple la función que debiera como el enriquecimiento de nuestro organismo", señaló.

Iconicoff explicó que el chucrut da saciedad, regula la ansiedad, actúa como desinflamatorio, previene resfríos y alergias por su alto contenido de vitamina C, así como B1 y B2 que intervienen en el sistema nervioso, también regula la flora intestinal.

Para que esta receta salga como se espera, se deben tener en cuenta los cuidados en el proceso ya que se trabaja con bacterias que en su justa medida benefician a nuestro cuerpo. Por esto es muy importante cuidar la higiene de cada uno de los elementos que se utilizarán.

Se utiliza un repollo blanco y/o morado de aproximadamente un kilo, sal de mar o parrillera y especias como hinojo, romero fresco, hojas de laurel, granitos de pimienta a gusto.

Se corta el repollo bien fino y en un recipiente se coloca el 20% de su peso en sal. Esta proporción es fundamental para que funcione el fermento, por lo tanto por cada kilo de repollo se coloca 20 gramos de sal.

Luego se masajea el repollo por al menos cinco o siete minutos, esto generará que surjan los jugos. Posteriormente se utilizarán las primeras hojas que no se picaron para tapar el frasco en el que se coloca. Se deja fermentar en un lugar oscuro y seco por al menos dos semanas.

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