Violencia de género: el impacto de la crisis y los signos de alerta que detectan en los barrios

El equipo del Centro de Abordaje y Casa Transitoria de Alojamiento para Víctimas de Violencia de Género, ubicado en la zona de la RUVI, en Resistencia, alertó sobre un marcado incremento en la gravedad y complejidad de los casos que llegan a la institución.
Las tres profesionales —con una trayectoria de más de una década en asistencia y acompañamiento— coincidieron en que la problemática se encuentra “agudizada, naturalizada y extendida” en distintos ámbitos de la comunidad.

“Venimos trabajando hace muchísimos años y hoy vemos que, a pesar de todas las acciones de prevención, la violencia sigue ahí, cada vez más fuerte”, expresó María Elena Hertel. Según detalló, los episodios actuales son más graves, involucran factores de riesgo mayores y requieren políticas públicas más integrales y sostenidas.

Crisis económica, consumo y más violencia: un combo que se repite en los barrios

Las entrevistadas coincidieron en que el contexto socioeconómico es hoy un factor que acentúa la violencia, en todas sus formas. “Cuando hay más pobreza, más necesidades básicas sin cubrir y más consumo, la violencia aumenta. Eso lo vemos todos los días”, señalaron.

Desde el Centro explican que este fenómeno está profundamente vinculado a ciclos económicos: períodos de leve mejoría suelen traer alivio, pero las crisis —como la actual— disparan nuevamente los casos.

Además, apuntaron a que la violencia está naturalizada socialmente, no solo en relaciones de pareja, sino entre hermanos, vecinos y grupos de jóvenes. “Conductas que parecían superadas volvieron con fuerza. Antes la violencia física era algo más aislado; ahora es tan frecuente como la psicológica”, advirtió Hertel.

Cómo funciona el Centro de Abordaje: admisión, acompañamiento y talleres

La Acompañante Terapéutica Gloria Estigarribia explicó en detalle cómo se trabaja en el dispositivo que depende del Ministerio de Salud y funciona desde 2022.

El acompañamiento inicia a través de:

• Derivaciones desde centros de salud, escuelas, servicios sociales u otras instituciones.
• Consultas espontáneas, aunque muchas mujeres tienen miedo de acercarse “por temor a la represalia del agresor”.

El proceso de admisión incluye entrevistas con:

• Psicóloga
• Trabajadora social
• Acompañante terapéutica

A partir de allí se define un plan de intervención, que puede ser:

• Terapia individual
• Grupos terapéuticos
• Acompañamiento para trámites, turnos médicos o situaciones de emergencia
• Derivación a otros dispositivos cuando el caso lo requiere

Todos los martes funciona un grupo de mujeres, un espacio de contención y expresión que —según comentan— es fundamental para sostener los procesos de salida de la violencia.

Prejuicios, miedo y barreras de acceso

Si bien el centro recibe mujeres de distintos puntos: Resistencia, Vilelas, Barranqueras, Fontana y otros lugares, aún persiste un obstáculo mayor: “Muchas mujeres quieren pedir ayuda pero no se animan. Tienen miedo de que el agresor se entere”, explicó Estigarribia.

Por eso, parte del trabajo del equipo es salir al territorio, participar en actividades comunitarias y promover que las vecinas conozcan el espacio y sepan cómo acceder.

Cómo comunicarse o pedir ayuda

 Dirección: Calle 28 y Carlos Hardy, zona de la RUVI, Resistencia
Teléfono / WhatsApp: 3624-15560606
Instagram: @centrodeabordajecbaroni

El centro trabaja con admisiones programadas y también recibe consultas espontáneas, garantizando confidencialidad y acompañamiento integral.