Comer, un lujo en Argentina: “Ni siquiera un guiso te sale barato”

“Los precios están a full. Hay subas constantes e importantes, no sólo el producto que se vende en góndola, sino también el gas para panadería, el combustibles para los hornos, toda la línea de descartable, los insumos de computación. Se hace complicado”, señaló.

“Todo repercute en las ventas. La gente está asustada y no sabe si está pagando bien o mal. Nosotros (los dueños de supermercados) tampoco sabemos. Muchas veces pasa que vendemos un producto y después con los ajuste vemos que estamos vendiéndolos sin precio de utilidad”, describió.

Aseguró que las subas van del 14% al 25% pero que “lo de la harina es lo más preocupante”. “Hasta hace 20 días se pagaba $ 620 y hoy se paga $ 800, comprando directamente al molino. A un revendedor hay que pagar $ 900”, resaltó.

Recordó cómo se regulaba antes el precio del trigo, a través de la Junta Nacional de Granos, órgano que hacía un stock para vender en épocas de subas de divisas o de suba de precios fuera del país. “Hoy ya no es así, todo lo manejan los exportadores y estos son los resultados”, sentenció.

Otro producto que aumentó fuerte, según Simons, fue la leche. Pasó de $ 25 a $ 35.

“Todo aumentó. Hoy ni siquiera hacer un guiso te sale barato. No hay por dónde escaparse”, concluyó.