Alabe cuestionó al gobierno nacional: "Apoyé un proyecto de libertad, pero hoy estoy desilusionado"

“Si hay algunas pocas cosas que en este país siempre funcionaron bien o, al menos, no perjudicaron ni a la economía ni al tejido social, una de ellas es el INTA”, afirmó Alabe en una entrevista exclusiva. “Cuando uno habla de instituciones como la Cruz Roja o la Fundación Favaloro, sabe que son entidades que merecen ser fortalecidas por cualquier gobierno, no ajustadas ni recortadas”, sostuvo.

Alabe remarcó su experiencia trabajando junto a profesionales del INTA en localidades como Las Breñas y Basail: “No trabajé en el INTA, pero sí junto a su gente, y me consta el compromiso que tienen. Son personas que se las arreglan con un pedazo de alambre y unas maderas para armar un corral. Investigan, producen, ayudan al pequeño productor. Lo que hace el INTA suma siempre”.

Cuestionó los planes de ajuste del gobierno nacional sobre este organismo: “No veo la necesidad de tocar al INTA. Es una de las pocas instituciones que funcionan bien, incluso con presupuestos bajos. Siempre avanzaron con lo poco que tuvieron”.

“El Garrahan no se toca”

En el mismo tono, Alabe fue categórico al referirse a los recortes en el Hospital Garrahan: “Nadie va a trabajar al Garrahan por el sueldo. La gente que está ahí lo hace por vocación, porque el Garrahan es sinónimo de formación y capacitación, por el orgullo de salvar vidas. He conocido médicos que llevaban sus propios equipos desde el consultorio para atender a un paciente”.

“Ahí no hay lugar para ajustes. Lo que hay que hacer es darles más oxígeno, más recursos. Han hecho cosas extraordinarias con dos mangos. El Garrahan es sinónimo de esfuerzo, investigación y humanidad. ¿Cómo se puede justificar recortar ahí?”, se preguntó.

Críticas a la conducción nacional

Alabe también hizo una autocrítica tras su paso como candidato en las últimas elecciones por un espacio político que hoy forma parte del oficialismo nacional. “Yo compré un producto basado en una propuesta. Me gustó la idea de trabajar en libertad, de reducir el despilfarro, de armar algo nuevo. Pero lo que están haciendo ahora no estaba en ninguna plataforma. Me siento desilusionado en muchos aspectos”, confesó.

Criticó especialmente el trato del presidente hacia la prensa y la falta de coherencia política: “No me gusta cómo trata a los periodistas. Y no me voy a quedar callado, porque no tengo jefes políticos ni laborales. Siempre dije lo que pienso y hoy no me gusta el rumbo que tomaron”.

Sobre la situación económica, expresó un matiz: “Veo que volvieron los créditos, que los precios no se mueven tanto y se puede prever algo. Pero la obra pública está paralizada, las rutas están detonadas y eso también mata. Si ajustás todo pero dejás a la gente sin infraestructura, no sirve”.

Finalmente, hizo un llamado al sentido común: “Cuando ves que una familia se mata por esquivar un bache, sabés que algo está mal. No podés cerrar todas las canillas sin abrir otras. Si el país anda mejor económicamente, también hay que cuidar la salud, la educación y la infraestructura. Porque si no, no tiene sentido”.

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