Siete años esperando una cirugía: Narela necesita ayuda urgente para recuperar su salud

"Estamos esperando que la operen hace siete años, pero siempre suspenden las cirugías. Que no hay camas, que hay virus, que el médico está de licencia. Nunca se puede", lamentó Romina con la angustia de una espera interminable.

Narela tiene una colostomía y necesita más de una intervención quirúrgica, pero la operación por la malformación anorectal es prioritaria. “Es la más importante porque, al no corregirse, le produce infecciones urinarias que pueden dañar sus órganos. Podría llegar a perder los riñones”, advirtió la madre.

Pese a los pronósticos, Narela camina, algo que en su momento los médicos no creían posible. Sin embargo, su salud es frágil y actualmente está recibiendo transfusiones de hierro por una anemia severa. “Hoy tiene una transfusión. Después tiene otra el 15 y otra el 22. Si mejora, recién ahí podrá pasar a cirugía”, explicó.

La familia logró contactarse con un cirujano en el Sanatorio Antártida, lo que podría agilizar el proceso, pero los costos son elevados. "La cirugía cuesta aproximadamente cinco millones de pesos. Hay que pagar insumos, la estadía, si se complica, tendría que quedarse más días internada", detalló Báez.

Sin respuestas del Estado, Romina busca ayuda por su cuenta. Se la puede ver en los colectivos o en las calles del centro, contando la historia de su hija, apelando a la solidaridad de quienes pasan. “Gracias a Dios hay gente humilde que ayuda. Los trabajadores, los estudiantes, los chicos de las facultades, ellos nos dan una mano. Pero del gobierno, nada”, afirmó.

Romina compartió un alias bancario para quienes puedan colaborar: romina.222.divide.mp a nombre de Romina Elizabeth Báez.

También brindó su número personal para responder cualquier duda: 3624-771827.

Mientras tanto, Narela intenta llevar una vida lo más normal posible. Está en proceso de ingreso a una escuela y ya pasó varias entrevistas. "Los especialistas del colegio la vieron y están evaluando si es el lugar adecuado. El lugar tiene que cumplir con ciertas condiciones para poder asistir", explicó su mamá.

El diagnóstico de Narela es complejo, y su cuadro de salud exige controles médicos constantes. A la anemia y la malformación se suma una infección urinaria resistente. “Está con medicación y suero. No puede tomar nada por boca. Todo lo recibe por vía intravenosa”, contó Romina.

Con la fuerza de una madre que no se rinde, Romina sigue buscando soluciones. "Ella tiene toda una vida por delante. No puede seguir padeciendo así", dijo.

Mirá la entrevista completa.