No es contra vos: claves para entender a quien atraviesa una depresión

Informarse para entender, no para juzgar

“El primer punto es aprender sobre la depresión”, enfatizó Betjan. “Hoy tenemos acceso a una gran cantidad de información, así que aprovechémosla a nuestro favor y a favor de quienes nos rodean. Generemos lo que se llama psicoeducación: aprendamos sobre estas situaciones para no caer en interpretaciones erradas”.

Betjan explicó que una persona en depresión puede presentar conductas como el aislamiento, la irritabilidad o problemas de sueño, que muchas veces el entorno interpreta como cuestiones personales: “No es que no quiere salir, es que no puede. Y cuesta entender eso. No se trata de vos. Es fundamental entender que no es algo personal”.

Escuchar con intención y sin soluciones rápidas

Otro punto central es la escucha activa. “No escucho para responder, no escucho para dar consejos, ni para contar mi experiencia. Escucho para entender lo que el otro está sintiendo”, señaló la psicóloga. “Esto es difícil porque la persona en depresión suele rechazar el contacto, y entonces nos alejamos también. Pero la clave es ser intencionales: preguntar cómo estás, qué sentís, y realmente escuchar”.

Validar aunque no comprendamos

Validar las emociones del otro es una herramienta poderosa para acompañar sin juzgar. “Tal vez yo no entienda por qué a esa persona le afecta tanto lo que le pasa, pero puedo validar lo que siente”, explicó Betjan. “La tristeza, la ansiedad, el miedo, la desesperanza... todo eso es válido, incluso si yo no lo comprendo desde mi lógica. La persona no necesita que le expliques nada: necesita que no la juzgues”.

En este sentido, Betjan rescató el valor de frases simples y honestas: “A veces, lo mejor que podés decir es: ‘No sé qué decirte’. Eso también es acompañar”.

“Estar” puede significar compartir un mate, mirar una película o simplemente sentarse en silencio. “A veces la persona no quiere hablar, solo quiere compañía. Preguntar ‘¿cómo te puedo ayudar?’ puede ser más efectivo que asumir lo que el otro necesita”, explicó.

La carga de quien cuida: límites y autocuidado

“Es muy difícil también para los que acompañan. Porque te importa esa persona, porque la querés, y eso afecta tu bienestar. El entorno muchas veces también se deteriora si no tiene herramientas”, advirtió Betjan.

Por eso, recordó que la responsabilidad del proceso terapéutico siempre es de la persona que atraviesa la depresión. “Uno puede aconsejar, motivar, acompañar, pero la decisión de pedir ayuda, de comprometerse con el tratamiento, no nos pertenece. No somos responsables del bienestar del otro. No somos superhéroes”.

Prestar atención a las señales

Cuando aparecen señales como despedidas, exceso de agradecimientos, pérdida total de esperanza o frases como “no tiene sentido seguir”, es momento de actuar. “La mayoría de las personas en depresión dice alguna vez ‘me quiero morir’, pero hay que diferenciar eso de cuando ya no hay proyecto de futuro. En esos casos hay que contactar con profesionales, servicios de salud mental, guardias especializadas”, indicó.

Desmitificó, además, el viejo tabú de que hablar del suicidio lo fomenta: “Es todo lo contrario. Quizás esa persona descubre que su entorno sí quiere ayudarla, pero no sabe cómo”.

Finalmente, al ser consultada sobre el aumento de casos, Betjan reflexionó: “Hay más visibilidad. Hoy la gente habla más, cuenta lo que siente, comparte sus testimonios. Vivimos corriendo, sin preguntarnos cómo estamos. Después de la pandemia aumentaron los casos de ansiedad y depresión, y el contexto sociopolítico también influye”.

Podés contactar a Gabriela Betjan en Instagram y Facebook como @psicologabrielabetjan o al WhatsApp 3625-185619.

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