Entendiendo la cleptomanía: un trastorno silencioso y estigmatizado
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Entendiendo la cleptomanía: un trastorno silencioso y estigmatizado

En una nueva columna sobre salud mental, la licenciada en Psicología Gabriela Betjan abordó un tema poco conocido pero relevante: la cleptomanía. Este trastorno suele ser malinterpretado y confundido con conductas delictivas planificadas, cuando en realidad responde a un trastorno que genera sufrimiento y vergüenza en quienes lo padecen.


16/04/2025
 /  libertaddigital.com
 -  Sociedad  /  Redacción: Soraya Casco

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La cleptomanía es el impulso de robar algo. La persona siente una urgencia, una necesidad de tomar algo que no le pertenece. Pero no lo hace por necesidad económica, porque muchas veces incluso podría comprarlo”, explicó Betjan.

El impulso aparece de forma inesperada, muchas veces en situaciones cotidianas. “Puede que la persona haya ido a un supermercado o a una tienda sin ninguna intención previa, y de pronto aparece ese impulso que le genera una gran angustia, ansiedad, nerviosismo y al tomar el objeto, sienten alivio, describió.

Ese alivio, sin embargo, es efímero. “Después viene la culpa, la vergüenza, el autorreproche, miedo de que lo descubran. Es un ciclo vicioso. El cerebro aprende que, ante la angustia, debe tomar el objeto produce alivio. Entonces, cada vez que aparece esa ansiedad, el impulso se repite”, detalló.

Diagnóstico y tratamiento

Betjan remarcó que la cleptomanía es un diagnóstico clínico y debe ser abordado por profesionales de la salud mental. “No se trata de juzgar, sino de comprender. El diagnóstico lo hace un especialista. La persona puede empezar a prestar atención si reconoce estas conductas, si identifica ese impulso sin poder controlarlo, el alivio inmediato, seguido por la culpa. Ahí hay una señal de alerta, indicó.

Respecto a las causas, la psicóloga explicó que es un trastorno multicausal: “Puede haber factores psicológicos, biológicos —como una desregulación química en el cerebro— y sociales. También puede estar asociado a otros diagnósticos como ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, trastornos de la conducta alimentaria, entre otros".

El trabajo terapéutico se centra en dos ejes. “Por un lado, se trabaja el presente: la reestructuración cognitiva, la modificación de hábitos, la comprensión del ciclo. Por otro lado, el pasado: revisar la historia personal, identificar cuándo empezó esto, qué eventos fueron significativos. A veces encontramos el origen, a veces no, pero siempre es valioso el proceso”, señaló.

Estigmas, ficción y realidad

Durante la entrevista, Betjan recordó una representación del trastorno en una novela de la televisión argentina. En Las Estrellas, el personaje de Celeste Cid era cleptómana. Se mostraba robando objetos sin ninguna necesidad económica. Eso es clave: "no hay una intención deliberada de dañar, ni una planificación. Es un impulso que la persona no puede controlar, resaltó.

La psicóloga insistió en que la cleptomanía no debe ser confundida con el robo común. “En un robo planificado hay una intención, puede haber necesidad o una motivación externa. En la cleptomanía, no. El foco está en calmar una emoción, una angustia interna. El problema es que, al ser un acto socialmente sancionado, genera una enorme vergüenza. Por eso muchas personas no consultan y hay menos diagnósticos de los que realmente existen”.

Empatía y comprensión

La especialista comparó este impulso con otros trastornos: “Así como alguien con TOC se lava las manos tres veces o una persona con ansiedad no puede frenar su pensamiento, el cleptómano necesita tomar ese objeto para calmarse. La diferencia es que acá hay una transgresión social. Y eso hace que sea más difícil de contar, más estigmatizado”.

Es importante entender que no es un tema de moral, sino un trastorno. Que haya consecuencias reales, como ir preso o enfrentar el rechazo social, no quita que el impulso sea incontrolable para quien lo padece”, concluyó Betjan.

Podés contactarte con Gabriela Betjan al 3625-185619 o por Instagram a @psicologa.gabrielabetjan

Mirá la entrevista completa.

Gabriela Betjan
Columnista: Gabriela Betjan
Lic. en Psicólogía MP. N965. Orientada en Psicología clinica, abordando desde Terapia Cognitiva Conductual. Diplomada en Trastornos de ansiedad, estrés y depresión. Diplomatura en prevención y tratamiento del maltrato y abuso sexual en niños/as y adolescentes. Y diplomada en obesidad y trastornos de la conducta alimentaria.
En esta nota: #salud mental

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