Nota de audio: Completa
Club Social
“A los varones se nos enseña que la violencia es una herramienta disponible. Y cuando la usamos, somos reconocidos por nuestros pares como más varones”, sostuvo Papalía.
Desde pequeños, señala el investigador, los varones son socializados a partir de un mandato violento: no está permitido pedir ayuda, ni llorar, ni hablar de lo que se siente. La escena es típica: un conflicto en la escuela no se resuelve dialogando ni acudiendo a la maestra, sino “a las trompadas en la puerta del colegio”. Esa es, según el modelo tradicional, la manera aceptable de ser varón.
La masculinidad como mandato
Papalía señala que estas ideas no son propias de un espacio político o ideológico, sino que atraviesan a toda la sociedad. “Hay que revisar cómo construimos las masculinidades porque esto tiene consecuencias concretas en todos los ámbitos”, expresó.
Una de las claves que propone Papalía es evitar el enfoque culpabilizador y, en cambio, invitar a reflexionar sobre cómo las normas de género también afectan negativamente a los propios varones.
“Es difícil convocar desde ‘vengan, vamos a renunciar a los privilegios’. Pero si entendemos cómo estos mandatos nos condicionan y dañan, quizás sea más sencillo empezar a desarmarlos”, reflexionó.
Empezar por el terreno de las emociones puede ser un buen primer paso: “A los varones se nos permiten emociones como la ira o el enojo, pero no el llanto ni la ternura. Decir ‘te amo’ o pedir un abrazo nos cuesta horrores porque fuimos educados para que eso sea sinónimo de debilidad”.
Las estadísticas también hablan
Lejos de ser un tema menor, Papalía advierte que las consecuencias de esta socialización masculina son graves: “¿Quiénes son la mayoría de las víctimas en accidentes de tránsito, suicidios adolescentes o en las guerras? Los varones. Y muchas veces esas muertes se naturalizan porque están asociadas a esta idea de masculinidad violenta”.
Según el especialista, estas estadísticas no solo deben preocuparnos como sociedad, sino también servir como punto de partida para una reflexión urgente sobre el modo en que se enseña a ser varón en nuestra cultura.
“Cuando hablamos de género, no solo estamos hablando de mujeres. También hablamos de cómo los mandatos patriarcales nos condicionan a todos”, concluyó Papalía.
Notas más leídas
-
1
Impulsan una Comisión para revisar y cerrar organismos estatales ineficientes en Chaco
-
2
Echaron a un exsubsecretario que tras el cambio de gestión no se reintegró a su puesto
-
3
El Gobierno echó a tres empleados públicos por no ir a trabajar: uno no se presentó durante 5 años
-
4
Encuesta electoral: los primeros datos tras la derrota bonaerense le dan optimismo a Milei
-
5
Rescataron a una persona en el puente con aparentes intenciones de quitarse la vida
¿Qué opinas?
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algún comentario violatorio del reglamento será eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptación del Reglamento.