La muerte viaja en dos ruedas: otro accidente fatal en Resistencia

Las calles de Resistencia permiten una triste afirmación: la muerte viaja en dos ruedas. Por imprudencia la gran mayoría de las veces, motociclistas mueren casi a diario. Cuando sobreviven, en un gran porcentaje, sufren lesiones permanentes. Además, representan un gasto multimillonario para el Estado.

Hoy cada una de estas afirmaciones volvió a reafirmarse. Una vez más un reporte policial dio cuentas de un muerto en un siniestro vial.

Ocurrió cerca de las 16.30, por la avenida Alvear. Entre la calle 14 y 15 un joven murió tras chocar contra un acoplado que estaba estacionado.

La víctima fue identificada como Matías Hernán Rodríguez, de acuerdo a la documentación que llevaba consigo, según informó la policía. Su moto era una Yamaha Criptón de color azul, de dominio A036UXF.

Casi al mismo tiempo, en la intersección de Liniers y Santa Fe, un lector de Radio Libertad fotografió a un motociclista transportando a un niño de muy corta edad (foto). Lo inexplicable es que viajaba también con una escalera de gran porte en uno de sus hombros, haciendo equilibrio mientras hablaba por teléfono celular. Además, el menor iba por delante y no por detrás del conductor, y ninguno tenía casco. Suicida.

Informes estadísticos de todo tipo han demostrado que las motos son protagonistas de la gran mayoría de los accidentes fatales que ocurren en zonas urbanizadas. También que los motociclistas que sobreviven casi nunca pueden evitar las lesiones de tipo permanente. Es decir, para toda la vida.

Y también está comprobado el altísimo impacto económico que tienen los brutales y cada vez más habituales siniestros o accidentes. Según fuentes oficiales, sólo en el Perrando se atienden un promedio de 16 personas por días derivados de accidentes.