Gabriela Betjan: “Las crisis son desorden, pero también oportunidades de cambio”

“Desde la psicología, me gusta pensar la crisis como una desorganización temporal. Lo que antes me sostenía deja de servir y surge un estado de inestabilidad, de caos, de desesperación”, señaló Betjan. La especialista agregó que, si bien algunas crisis son provocadas por cambios externos como pérdidas o situaciones traumáticas, otras son internas, vinculadas a preguntas sobre la vida y el sentido personal.

Betjan destacó que el término “crisis” en chino tiene un significado doble: peligro y oportunidad. “Ese caos que sentimos muchas veces es un empujón; algunos dicen que cuando tocás fondo, lo único que te queda es subir”, indicó. La psicóloga considera que estas experiencias permiten replantearse la vida, tomar decisiones y evaluar nuevos caminos.

La especialista también abordó las crisis vitales de cada etapa de la vida: el nacimiento, la adolescencia, los 20, 30 o 35 años, y cómo las expectativas personales pueden generar frustración y desencadenar crisis. “La vida adulta tiene sus propias crisis, a veces por decepciones o frustraciones, y otras por cambios externos como mudanzas, cambios laborales o pérdidas importantes”, explicó.

Respecto a las crisis internas, vinculadas a la búsqueda de sentido, Betjan aseguró: “Son momentos que nos llevan a preguntarnos para qué seguir. La introspección, la filosofía o la espiritualidad pueden ayudarnos a encontrar un camino”.

La especialista enfatizó la importancia de manejar la ansiedad y la desesperación durante estas etapas. “Cuando hay mucha neblina en la vida, a veces es mejor frenar, quedarse quieto y evaluar la situación antes de tomar decisiones”, aconsejó. También destacó la relevancia de mantener hábitos saludables y rutinas que ayudan a recuperar sensación de control y bienestar.

Sobre la interacción con personas que atraviesan una crisis, Betjan señaló que es fundamental respetar los límites y ofrecer ayuda de manera empática. “No puedo ayudar a alguien que no quiere ser ayudado, pero puedo escuchar, ofrecer mi apoyo y establecer límites claros para que no me afecte negativamente”, aseguró.

Finalmente, la psicóloga resaltó la importancia de pedir ayuda cuando sea necesario y comprender que hacerlo no es un signo de debilidad: “Todo esto va a pasar. Hay que aferrarse, ocuparse y tomar decisiones con calma; las crisis son transitorias y también enseñan a valorar lo bueno”.

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